domingo, 30 de diciembre de 2012

Anonimato


Ella respira forzada a través de la tela húmeda
sus ojos muy abiertos escuchan el silencio
aterrador silencio.
Ella respira y vomita sudores,
cinco o seis sudores aguantados en su piel,
pierde la cuenta, se abandona a su suerte.
Sus ojos aún impedidos escuchan carcajadas.
Sudores ajenos inmundos alcoholicos.
Desgarradores gritos venían de cerca
aterradores gritos.
Terroristas de la inocencia:
Ella respira.
Torturadores de sueños:
Ella respira y vomita una palabra:
libérame, agonía.
Ella respira el olor de la muerte.
Violadores de almas:
¡Ella respira!
Y algún día, alguien pintará su mundo
con perfumes de seda.
Y guardará su aroma.

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